La presencia de los ciegos como rezadores de oraciones fue un elemento constante y habitual en la sociedad española a lo largo de toda la Edad Moderna. Una actividad que como cualquier oficio requería de la presencia de aprendices para mantener esta antigua tradición medieval.
Tradiciones
Tradiciones y costumbres. Fiestas, ritos y prácticas. Testimonios y narraciones. Vocabulario popular, repertorio topográfico. Leyendas y relatos populares de Villalba del Alcor.
Predicadores de Cuaresma (en Villalba del Alcor)
Una costumbre arraigada en la tradición española es la presencia de un Predicador de Cuaresma en las parroquias rurales durante el ciclo cuaresmal. Un orador que transmitiera un mensajes acorde con los principios sagrados que ordenaban la sociedad del momento. Su presencia y elección generaba conflictos entre las diferentes instituciones civiles y religiosas. Es lo que sucedió en Villalba del Alcor a mediados del siglo XVI.
Cementerios de Villalba del Alcor
El abandono de las iglesias y conventos como cementerios y lugares de enterramiento fue un proceso que se dilató a lo largo de un siglo, el XIX. Villalba del Alcor no fue un caso excepcional en la transición hacia el uso de un modelo de cementerio municipal.
El reloj de Villalba del Alcor
El reloj ejemplifica los cambios que se van a producir en la Europa Moderna. La incorporación de relojes públicos en las ciudades y pueblos no son más que un paso más en la secularización de la sociedad del siglo XVI y una manifestación del prestigio de las instituciones civiles locales. El reloj de Villalba del Alcor es un ejemplo más de esa tendencia a la que este pueblo no es ajeno.
Tres antiguas bodegas de Villalba del Alcor
Un recorrido por tres de las muchas bodegas que formaron parte de la vida y del paisaje urbano de Villalba del Alcor. Las actividades entorno al vino fueron el eje de la vida económica de este pueblo durante muchos siglos, de ahí la importancia de estas construcciones.
Una imagen para la Semana Santa de Zalamea la Real
Revolviendo entre viejos papeles archivados y pendientes de revisión desde hace tiempo hemos descubierto un documento que nos llamó la atención. Se trata de un contrato entre un escultor imaginero y una hermandad de penitencia por el que el primero se compromete, se obliga, a realizar una imagen religiosa para esta última.