La guerra con el francés a principios del XIX había generado un estado de inseguridad, miseria y abandono cuyas consecuencias se dilataron en el tiempo y que, unidas a la posterior acción desamortizadora del gobierno propio, acabaron arruinando durante años la notoria labor de esta hermandad de la Virgen del Carmen durante el siglo precedente.
Tras un periodo tan crítico como el de la guerra es revelador como, tras otros intentos anteriores, en 1824 se intente poner cierto orden y fijar unas normas de actuación que permitan revitalizar la hermandad después de un periodo tan nefasto. El documento, el acta de la reunión de ese día de agosto, es una completísima fotografía de los hechos ocurridos durante los años precedentes, el primer cuarto del siglo XIX, las causas (incluida la intervención divina) y las consecuencias resultantes de tales acontecimientos.