Corren tiempos en los que las miradas cansadas se vuelven turbias en busca de un horizonte de trazos apenas visibles. Una situación compleja y difícil, en ocasiones dramáticas, que ofrece también un reverso que podría calificarse de esperanzador.
Creo que debemos aprovechar la oportunidad que nos brinda la delicada situación actual para asumir nuestro propio destino. No debemos dejar escapar la ocasión de construir nuestro futuro. Es el momento de dar ese paso adelante, de enfrentarnos con decisión al mañana.
No es una cuestión de personas, ni de partidos, ni de intereses, es sencillamente una cuestión de voluntad, de ideas, de ilusiones. Debemos ser capaces de programar ese futuro, de creer en propuestas eficientes y eficaces, de sumarnos a un ambicioso proyecto que sea capaz de definir y resolver las cuestiones fundamentales relacionadas con nuestro desarrollo, con nuestra identidad como comunidad, como pueblo.
¿Cómo será la Villalba de nuestros pequeños? Más de una vez nos hemos hecho esa pregunta y no hemos tenido respuesta. Tal vez hayamos errado en el planteamiento, tal vez no es esa la cuestión. Mejor tendríamos que preguntarnos: ¿cómo queremos que sea la Villalba de nuestros hijos? Y aquí sí que tenemos la posibilidad y la capacidad de responder, de concretar y definir cómo queremos que sea; tenemos la posibilidad de trabajar y esforzarnos para que pueda llegar a ser tal como la planeamos.
Aunque nos cueste asumirlo, la nuestra es una sociedad de cambios, de continuas transformaciones, y es un hecho que debe estar presente en cualquier análisis que se haga y en cualquier decisión que se tome. Planificar el futuro de un pueblo, del nuestro, es garantizar su supervivencia más allá de las generaciones que hoy lo habitan y lo viven.
Es imprescindible que todos (administraciones, colectivos, asociaciones, vecinos, ciudadanos) nos sumemos a cualquier iniciativa que sea capaz de gestionar eficazmente los recursos que tenemos a nuestro alcance, que colaboremos y nos involucremos en un proyecto común, compartido, más allá de ideologías y de intereses personales o partidistas, económicos o políticos, que cree las condiciones adecuadas para el crecimiento integral de esta comunidad.Es nuestra oportunidad y creo que entre todos seremos capaces de aprovecharla.