Los recientes acontecimientos que estamos viviendo estos días me han animado a compartir algunas de las “aficiones” con las que, desde hace tiempo, he sustituido le “tele” y la radio tradicional. Ahora me sumerjo en el cada vez más creciente mundo del podcasting. Sigo, de manera habitual, un amplio y variado abanico de temas y de podcasters que me fascinan, ya sea por los contenidos, por los tratamientos que hacen de los temas, por los enfoques o por lo que aportan de conocimiento.
Algunos de ellos creo merecen mi aplauso por el mérito que tienen al sacar a la luz y divulgar de una manera tan amena, cercana y documentada las grandezas y miserias que solo las grandes naciones, países, estados, o como queramos llamarlos, tienen. En este caso el nuestro, o la nuestra, o lo que sea, pero que responde, desde hace siglos, al nombre de España.
Muchos de estos autores, simples aficionados, tienen otra manera de hacer historia y son capaces de transmitirnos la magnitud de algunos acontecimientos que, en ocasiones, parece que debamos olvidar o renegar de ellos.
Mi aplauso, mi apoyo y mi reconocimiento a la labor de estos podcasters, a esa manera de hacer historia, y mi ánimo para que sigan deleitándonos con sus historias.
Estos son dos ejemplos de los podcast de historia que sigo:
Memorias de un tambor con episodios tan emotivos como el dedicado a las navegaciones por el Océano Pacífico, o el dedicado a La Luisiana o el que tiene como protagonista a Blas de Lezo.
Y si os gusta la historia militar, a mi me sigue deslumbrando la referida a los Tercios españoles (sí, sí, eso que tantas veces hemos relacionado con el capitán Alatristre), no dudéis en escuchar Histocast y algunos de sus episodios porque también hacen un trabajo extraordinario.
Espero que os entusiasmen en esos ratos libres. Otro día os daré algunas referencias más. Y si sabéis de algunos otros no dudéis en compartirlos.