A resultas de unas fotos publicadas en una página de Facebook (1) referidas a cierta familia villalbera emigrada a tierras americanas, concretamente a Chile, nos propusimos abrir un apartado temático en nuestro blog dedicado a los hijos y descendientes de Villalba del Alcor que hicieron fortuna lejos de su lugar de origen. Comenzamos así con un primer y breve bosquejo genealógico dedicado a una rama de un ilustre linaje villalbero y al papel que jugó en la formación y génesis de una nación que formó parte de las posesiones españolas en América.
Algunos datos iniciales
Villalba del Alcor, año 1543. Ese año el escribano público (notario) que otorga parte de las escrituras públicas se llama Francisco Pérez de Encalada.
Nos situamos ahora en otro tiempo y lugar, en Chile, en la zona central del país, en la comuna de Peumo (limítrofe con San Vicente de Tagua Tagua), entre frutales y vides. Un municipio cuya fundación, apenas antes un poblado de indios vinculado a la explotación de minas de oro, se remonta a la segunda mitad del siglo XVIII en las entonces posesiones del Marqués de Villa Palma, nobles que, en mayor o menor medida, han configurado el “alma” de este lugar desde el momento de su fundación. Estamos ahora en plena revolución americana, un miembro de esta noble familia, la figura más importante de la historia local de este municipio, participa activamente en el movimiento que culminará con la independencia y nacimiento de este país hispanoamericano.
Historias, sucesos y hechos vinculados a un linaje, que sería reconocible, cercano, a muchos españoles peninsulares que emigraron a tierras americanas, sino fuera por una pequeña particularidad: los orígenes, los antepasados de esta ilustre familia hay que rastrearlos en un pequeño municipio del reino de Sevilla de nombre Villalba del Alcor.
¿Qué tienen en común un escribano de un pueblo de la campiña onubense y el protagonismo independentista de un “revolucionario” chileno?
El eje de esta historia que se extiende a través de varios siglos se identifica con un apellido, con una familia firmemente enraizada en Villalba del Alcor: los Calvo de Encalada
Encalada, Pérez de Encalada, Suárez de Encalada Calvo de Encalada, apellidos que mezclan el rigor de la regla carmelita con la exuberancia de los bosques de robles, pataguas y canelos de ese verde y frondoso rincón de Chile llamado Peumo.
Pero, ¿quiénes son los Calvo de Encalada?
Las primeras referencias de las que tenemos constancia son las escrituras públicas de mediados del siglo XVI en las que aparece como escribano público Francisco Pérez de Encalada (2). En otro documento posterior, de 1596, aparece el beneficiado García Jiménez Franco (3) como tío de Isabel de Encalada, hija de Francisco Pérez de Encalada y mujer de Alonso Arias (4). Un siglo después, a finales del XVII, las hijas de Diego Calvo de Encalada entran en el convento de monjas como parientas que son del fundador.
Estas referencias nos aportan algunas claves de cierto interés. Una de ellas nos confirma la estrecha relación existente entre esta familia y el convento de San Juan Bautista de Villalba del Alcor. El fundador del mismo, un clérigo llamado García Ximénez Franco (sobre el que haremos alguna incursión otro día) tiene varios hermanos y hermanas, una de ellas, llamada Isabel Franco, está casada con Francisco Pérez de Encalada, el escribano público de la villa. Es decir que sus descendientes serán a lo largo de los años parientes del fundador, con los privilegios que eso conlleva.
Una de las hijas de este matrimonio, Isabel como su madre, sobrina por tanto del fundador del convento, se casa con Alonso Arias y tienen dos hijas, Margarita (que profesa) y Petronila. Ya entrado el siglo XVII Petronila de Encalada casa con Manuel Calvo Domonte (1610), y esta unión tiene como efecto el nacimiento del apellido Calvo Encalada, dos apellidos fundidos en el futuro en uno solo.
Sigamos un poco más adelante. Del anterior matrimonio nacen tres hijos dos de los cuales son varones, Alonso y Diego. Este último establecido en Sevilla, contrae matrimonio con una sevillana perteneciente a una de las familias más ilustres y prestigiosas de la ciudad, los Orozco. Diego, con casi medio siglo a sus espaldas, y Lorenza de Orozco, se casan en 1666 y tienen 6 hijos. Uno de ellos, Diego Calvo de Encalada y Orozco, nacido en Sevilla (1673-1735), es un espíritu inquieto y ya en las postrimerías del siglo se traslada a las Indias, a la América española en compañía de un familiar. En Perú inicia una fulgurante carrera, desempeñando cargos relevantes en la jerarquía militar del virreinato. Comienza una nueva etapa (5).
Un apellido que se criolliza en tierras americanas
Emigramos o mejor viajamos, porque no dejamos tierras españolas, a Perú. Instalado en Santiago de Chile, y con plena dedicación a la actividad comercial, se casa con Catalina Chacón, una rica heredera criolla perteneciente a una de las más poderosas familias del momento, propietaria de las tierras donde se ubica ese lugar que identificamos como Peumo. Estamos en los primeros años del siglo XVIII y el próspero comerciante asciende en la carrera política, llegando a ocupar puestos importantes en la administración local de la ciudad. A resultas de sus éxitos obtuvo, por concesión real, el título de Marqués de Villapalma en 1728.
Avancemos un poco más. Estamos en plena revolución americana, un miembro de esta familia, Martín Calvo de Encalada Recabarren (1756-1828), nieto del anterior e hijo del II marqués, (Manuel Calvo de Encalada Chacón), participa activamente en el movimiento que culminará con la independencia y constitución de la nación chilena. La reseña que sobre él hace la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile dice: “su elevado rango, su gran fortuna y su decisión por la causa libertadora, le dieron importancia pública y gran ascendiente en la sociedad de su tiempo”.
¿Cómo podemos demostrar estos datos?
Nos vamos a centrar ahora en probar los orígenes de esta familia basándonos en un documento que por su rigor y amplitud no deja lugar a dudas. Se trata del expediente formado para la concesión del título de Caballero de la Orden de Calatrava a Manuel Diego de Encalada y Chacón (II Marqués de Villa Palma) (6). En él se recoge que era natural de la ciudad de Santiago de Chile, que su padre, Diego Calvo de Encalada y Orozco, era natural de Sevilla y que su abuelo paterno, Diego Calvo de Encalada, era natural de Villalba, diócesis de Sevilla.
Un expediente en el que la parte más importante corresponde a las pruebas que justifican esa concesión. En estas pruebas (7), donde debe demostrar la “pureza” de sus orígenes, gracias a las pesquisas, informaciones y documentación obtenida sobre sus antepasados, se incluyen las partidas de bautismo y casamiento de padres y abuelos expedidas por la autoridad eclesiástica correspondiente.
Una copia del Libro de Desposorios y Velaciones del Sagrario de la catedral de Sevilla, recoge como en 1666, en este mismo lugar, se casan don Diego Calvo de Encalada, caballero del hábito de Calatrava, natural de la villa de Villalba, de este Arzobispado, hijo de Manuel Calvo Domonte y de doña Petronila de Encalada, con doña Lorenza de Orozco, natural de esta ciudad (…).
Otro documento, copia de un libro de bautismo de la parroquia de San Bartolomé de Villalba del Alcor, en el que consta que en 1616 fue bautizado Diego, hijo del licenciado Manuel Calvo y doña Petronila Encalada, su mujer (…). En otro libro de desposorios se recoge que ese mismo año de 1610 desposé y velé García Ximénez Franco, presbítero y vicebeneficiado de esta iglesia del S. S. Bartolomé de Villalba (…) al Ldo. Manuel Calvo, vecino de la villa de La Palma y a doña Petronila Encalada, fueron sus padrinos Francisco Suárez Encalada, beneficiado propietario de esta iglesia y doña Isabel Encalada (…).
Es significativo como a partir de este momento los descendientes unifican los dos apellidos, Calvo y Encalada, en uno solo, Calvo de Encalada.
Aún hay más. Otro documento que forma parte de esas pruebas que integran el expediente iniciado para la concesión del título de caballero de la Orden Militar es la copia del testamento otorgado por Manuel Calvo Domonte, nada menos que Gobernador y Justicia Mayor de Villalba del Alcor (la máxima autoridad del municipio), en 1649, donde declara que su hijo es Diego Calvo de Encalada y que está ausente en Indias (e)
Pero Diego no es su único hijo, también están, Alonso, Beatriz de Santa Eufrasia, Isabel de la Circuncisión y María de San Francisco, monjas profesas del convento de San Juan Bautista, un detalle que pone de manifiesto la indiscutible conexión entre esta familia y el convento carmelita.
Es interesante también cómo se incluye la copia de la carta de poder para testar de Diego Calvo de Encalada a su mujer Lorenza de Orozco otorgada en su casa de Villalba. Y cómo, curiosamente, doña Lorenza, perteneciente a una de las familias más ilustres de Sevilla y casada, tras la muerte de don Diego, con un miembro de otra ilustre familia sevillana, manda, al otorgar su testamento, que se le entierre en la parroquia de Villalba, junta a su primer marido.
Y como conclusión…
Aún no hemos acabado. Manuel Calvo de Encalada Chacón, el II Marqués de Villa Palma, casado con Margarita Recabarrent, tiene una hija, Mª de las Mercedes, hermana de Martín (el independentista y referente en Peumo) que se casa con Manuel Lorenzo Blanco. Uno de los dos hijos de este matrimonio, Manuel Blanco Encalada (1790-1876), bisnieto del emigrante que se instaló en ese país, se alió a la causa revolucionaria y a la lucha por la independencia de estos territorios de la corona española, como su tío. Llegó a ser el Primer Comandante de la naciente marina chilena, pero sobre todo y principalmente, se convirtió en el Primer Presidente de la República de Chile, un cargo y un título que creo que son de suficiente importancia para que desde la lejanía del tiempo y el espacio nos sintamos un poco más cercanos a esas tierras.
Pueblo, apellidos, personajes e historias con las que queremos acercarnos un poquito al conocimiento de nuestro pasado.
(1) Alentamos a los responsables a seguir adelante con su buen trabajo de recopilación y divulgación, felicitándolos por la participación obtenida y animándolos a buscar nuevos enfoques en esta labor.
(2) APLP, leg. 1.538 (1543-1548).
(3) García Ximénez Franco es el fundador del convento carmelita de Villalba del Alcor.
(4) APLP, leg. 1.574 (1596).
(5) Otras ramas de esta familia continúan en Villalba del Alcor, hasta su desaparición posterior.
(6) AHN. OM-Expedientillos, nº 11951 (1727-1728)
(7) AHN. OM-CaballerosCalatrava, Exp. 808 (1728)
(8) Es decir que Diego, antes de casarse, estuvo en América, con lo cual su hijo, otro Diego, y primer Calvo de Encalada afincado definitivamente en ese continente, pudo aprovechar esa experiencia de su padre.
NOTA: En breve añadiremos un sencillo árbol genealógico que facilite la comprensión del artículo.